Poesía. Dumas sabía que la amistad no es 1 nudo.

Dumas sabía que la amistad no es 1 nudo.

Escrito por Rasé.

Pintura: David Hockney

«Los amigos son tan, pero tan espeluznantemente bellos, que yo les gritaría bienvenidos, gozoso, lleno de lágrimas, así vinieran del infierno». Robert Lowell

Imagen

Hablemos sobre 2 gentes,

o 3 o 4 como máximo,

Hablemos de ese agente de parentesco tácito.

 

Hablemos de esos seres humanos

que solo se hallan 2 o 3 veces,

de dedos contados

& en momentos callados.

 

Hablemos de la inverosímil,

profundidad diáfana,

contenida en la palabra “amistad”.

No hablemos de los valores morales,

ni lealtades,

ni honestidades

sino de la verdadera respuesta

anti-heroica en 1 relación de hermandad.

 

No hablemos de respeto, ni empatía,

ni de la hipócrita pregonaza del

“cuentas conmigo”  & el “estoy aquí para toda la vida”

 

Hablemos del misterio implícito

que se guarda en la llamarada de la fraternidad,

que nace por azar & se forja con el tiempo

 porque hasta en el parque lo contemplo,

a 2 fulanos

tornándose en una extraña confianza,

a pesar de existir de por medio la lontananza,

socialmente juzgada,

acribillada,

desde el punto de vista de calidad

& no entendida también

como piedad o caridad.

 

Hablemos de la traición & la comprensión.

Hablemos de la metafísica razón del perdón.

Hablemos de la intimación

originada entre dos gentes, siendo dispares entes,

con respuestas por momentos tangentes,

que se dan a conocer en la confusión.

 

Hablemos de cómo se conocen estos señores,

unidos por nada,

ni banderas, ni colores,

que lloran como cobardes tenientes

siempre aparentado ser invencibles valientes

& ya estando derrotados,

dejando a 1 lado los honores,

entendiendo que no son más que 2 renuentes.

 

Hablemos del amor de hermanos

nacido de la entrega,

a veces ciega

& por momentos quimera.

 

Hablemos de cómo, hasta en la más traicionera,

Alma Mater que se hereda,

el aprendizaje empírico que se conceda,

con 1 amigo,

por siempre se conserva.

 

Hablemos de esto,

quitando las mieles sobre hojuelas,

siendo francos, desglosando hasta la ultima huella.

 

Hablemos como contar con alguien,

estando arriba o en la calle,

& no como los árabes

que te dicen ¡hay haye!,

sino estando realmente perdido en la vereda

sin que nadie te halle.

 

Hablemos del tan reservado cobijo

que se da a veces, solamente, entre padre e hijo

&  solo cuando se comprende

el error en la tontería,

el enojo, el impulso,

& el alimento sano del instinto

en la carroñería;

 

Solo cuando entramos en la conmoción,

& no olvidamos la cansada desilusión,

que lleva consigo

la relación que planteamos,

solo cuando se entiende que los mundos son diferentes

& la sublevación no es el camino

para mantener el respeto de ambos…

 

Solo así podremos comprender,

que el que esta a lado de ti & te acompaña

gracias a Dios no es tu perro,

que la vida no es un encierro

& que lo más sano de ese creciente pedazo de trigo

no es un calumniador pregonero

sino realmente es tu amigo.