La primera vez que la vi, fue un viernes a la 7:00 am….
Tenía el cabello pintado de rojo y un abrigo hípster de patrones que más tarde, me enteraría había comprado fuera del país, específicamente en Lyon. Es muy posible que me equivoque en la forma en que venía vestida, pero, de cualquier manera, así la recuerdo y eso es lo que importa. La primera intervención que tuve en su vida (la intervención más clara y que ambos convenimos en recordar) fue cuando le pregunté por una prima inexistente con el mismo apellido, con el pretexto de poder tender un puente entre nosotros , un vínculo, cualquiera que éste fuera. De ahí en adelante, el hielo roto por esa estúpida pregunta, sería la puerta de entrada para poder forjar un lazo, que comenzaría primero como una amistad y después como un amor (muy rojo)..
Hay historias que son así, simples.
Pero también, precisas y atinadas.
SILVERIO es muchas cosas, pero sobre todo es un chiste local nacido de un coqueteo.
-“El baile con el perro”- Una provocación a las buenas formas, una tanga roja de aborigen primitivo y su grotesca forma de «ser» dentro del mundo. Un DJ gritando: ¡Que pedo pinches perros! – y todo mientras se saca los huevos e insulta a su público.
Un chiste volcado a ti mismo que pagarás por ver. Porque el humor, hace reír y en la risa, es más fácil abrir la boca y con ello, introducir una cucharada de amarga realidad.
Escribe Sofía Cala (Sofía Cándano) en la contraportada del libro: “Silverio es un poemario de amor y luto”
El recorrido a través del fantasma de la perdida, el infierno de la ausencia definitiva, el reconocimiento de la muerte con su presencia totalitaria (hablo de la desaparición de mis dos abuelos en menos de dos semanas.), la postura fascista de ésta, la muerte, en contraposición con el tiempo. El luto, el silencio, la falta de diálogo; la posterior y aparente aceptación de la muerte y la paz que solemos tener al final, cuando ya no nos queda de otra.
Pero no sólo eso.
SILVERIO también es el concilio de un amor en pleno florecimiento o como diría Efraín Huerta: “un amor que tuvo su origen / y en un principio no era sino un poco de miedo / y una ternura que no quería nacer y hacerse fruto.” Es la complejidad del compañerismo y la confianza, el sacrificio y el ritual de sanación que contienen las palabras. Palabras que muchas veces conjuramos en la ligereza de un “te amo”, sin saber la potencia que su dosis representa.
Es el reconocimiento del Yo en el Otro. La belleza de la co-dependecia y de ser en buena parte, carne y alma de la persona que amas.
SILVERIO fue concebido en la selva, lugar dónde todos nosotros (ratones de ciudad), nos tornamos más vulnerables por nuestra sensible domesticación. Es la salida de la zona de confort, para adentrarse a los peligros de las plantas venenosas, los mosquitos y uno que otro jaguar. Es pisar el lodo por primera vez. Es palpar el trópico, su humedad. Fuera de repelentes y guantes. Sentir.
SILVERIO es el Dj mexicano, motivo del chiste local mencionado al principio. Con su tanga roja y sus testículos de fuera y el sudor asqueroso que emana, mientas provoca a su audiencia. Audiencia que se deleita al ser insultada como si el slam del concierto, fuera su porpia catarsis.
SILVERIO es su nombre, el apelativo de lo silvestre, el hombre salvaje, el de la selva. El reto de lo no civilizado. El Caliban y el caníbal de nuestra inmanencia.
Es la poesía chafa, superficial, el «rap» tan criticado por la “literatura” y el linchamiento de los poetas del colectivo Bala Fría. Es no tomarse tan en serio, lo serio.
Pero tampoco se trata de perder responsabilidad. Es compromiso, constancia. Es un sueño que nació en un Sanborns de la Narvarte, leyendo“Ahauob” entre desconocidos que más tarde se convertirían en amigos. Es la caída de los ídolos y el surgimiento de nuevos.
SILVERIO son casi 70 hojas de canciones y una oración, acompañadas de los trazos de Santiago Moyao.
Es, sin duda, el experimento del autor y el ilustrador: el intento por buscar mediar un diálogo poético entre dos disciplinas a partir de la percepción personal del poema.
Es el resultado de esta apuesta y de muchas más.
Es también y sobre todo, el nombre de Sofía Cándano, mi novia, mi compañera incondicional, mi amiga, mi Negra, personaje principal de la obra y persona con quien comparto aquel chiste local del principio, hasta hoy en día.
Son las noches, las piernas cansadas en lecturas de poesía malas y peores, el ruido rasposo de la bocina, el molesto olor a cigarro que la enferma de vez en cuando y las ganas de seguir tupiendole siempre en contra de todo pronóstico.
Por que lo nuestro es un ritual, en el que cada poema es una invocación.
SILVERIO es el inicio.
Apenas el esbozo de lo que será la poemusik en los próximos años.
Es despegue y origen.
Punto de encuentro en cualquier terremoto.
Y detrás de esos calzones rojos de la portada, están todos: Amigos, familiares, poetas, locos, la influencia de ellos en mi vida y la mía, en la de ellos.
Y detrás de las palabras está el agradecimiento, de existir, de poder respirar con el estómago lleno de azul («y los globos multicolor en la cabeza»).
Porque es cierto, que la gratitud es la memoria del corazón y la gratitud no se dice, se canta.
DOS.
SILVERIO: (SIETE CANCIONES Y UNA ORACIÓN)
YA ESTÁ DISPONIBLE EN LOS SIGUIENTES PUNTOS
*Librería Icaria (Escuela Mexicana de Escritores) Calle Pitágoras 446, Narvarte Poniente
*Marabunta (Barra de café+Librería) Miguel Ángel de Quevedo 485c
*AEROMOTO (Biblioteca Pública) Calle Venecia 23, Juárez.
*Foro Shakespeare Calle Zamora 7, Cuauhtémoc, Condesa.
*Café Son (Villa de Cortés) Javier Sorondo y Leopoldo Lugones, Colonia Iztaccihuatl.
*Biblioteca Francisco Xavier Clavigero Prolongacion Paseo de la Reforma 880, Lomas de Santa Fe.
Envíos:
Mono Ediciones (Sitio oficial)
edicionesmono@gmail.com
TRES.
El material extra lo puedes encontrar en SILVERIO (Videos oficiales) Youtube y en SILVERIO (Soundtrack Oficial) Soundcloud
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