El mundo se debe andar quedando ciego.
Escrito por: Rasé.
Pintura: Wilfredo Lam
El mundo se debe andar quedando ciego,
mi buen amigo.
Faltan detectives serios para resolver
de lo qué se trata este misterio:
Las lunas llenas, se menguan sin que los corazones tengan que latir,
-Bam bam- Las tamboras solo suenan para marchar,
para ver a los soldados partir
a las madres parir,
al par de amantes sufrir;
Las tazas de café nos mantienen con insomnio de ojo cereza,
de pensamiento embarrado,
de mujer que se fue
porque
le ha llamado el novio ahogado:
hinchado, mi buen amigo, embriagado de tristeza,
Y nadie dice nada cuando lo ven enterrar la esperanza en el cementerio de promesas,
Y nadie dice nada cuando lo ven arrastrando las ilusiones huérfanas por la azotea.
El mundo se debe andar quedando ciego. Yo lo sé.
Y tú seguirás siendo mi buen amigo,
A pesar de que mis palabras se traduzcan
en anagramas negativos a tu consciencia;
Y a pesar de que no entiendas el matrimonio de las palabras: roma & amor,
O que el palíndromo significado de mi beso,
Se lea de atrás pá delante solo como: Dolor.
Mi buen amigo,
aunque las cosas nunca vuelvan a ser igual,
aunque los motivos se nos borren del recuerdo,
te prometo, que no habrá manera alguna
de que el mundo se pueda quedar tan ciego,
tan indiferente a la luciérnaga del: “Te amo”
(-bzzz bzzz- yo también.)
Junto a la almohada
respirando duro, con el vientre tenso,
rezando la antítesis, pregonando el abracadabra en el cráter meridional,
riéndose a solas de quien quiere limosnear complicidad
en este desierto, laberinto de soledad.
El mundo se debe estar quedando, ciego, ciego,
Así que no más merthiolate para mis ojitos que te extrañan morados,
no más llamadas, ni mensajes en botellas lanzadas
como cobardes, mezquinos, (sabe donde andan )náufragos.
El mundo se debe andar quedando ciego.
Si.
Así que basta de mascaras que esto no es Venecia,
Ni una obra de Fitzgerald.
El mundo se debe andar quedando semi- bizco,
Mutilado cual Edipo, escalofriante como un sismo;
Pero nosotros todavía usaremos lupas,
Para leernos de noche, todas las historias,
Leyendas, mitos, cantos de gloria,
Todos,
debajo del parpado que se olvida de la razón:
El epílogo de nuestras horas que se va desmoronando en la vida como un fantasma,
que se pierde, se esfuma,
se vuelve ausente y nunca se pasma
y que nunca nos traiciona mientras ciegos miremos el fondo las cuevas nuestras,
el propio reloj atómico, a punto de estallar en forma de hongo,
sembrando una semilla en cada una de las pecas
de la madre negra,
todas amarillas, todas bellas, todas eternas,
las danzantes inmóviles,
las estrellas;
Vamos a robárnolas todas,
a recortar pedazos de cielo,
a cazar ángeles y cupidos
sin importar las consecuencias.