Buenos días CDMX (buenos días amor / que tiene tu cara)

u0014490kin BALA FRÍA RÉCORDS

Escrito por Rasé.

Today was a good day

Ice Cube

Buenos días, garabato moreno. Libro vaquero, madre, padre, hijo espíritu santo. Canto de todos / arrugado de todos / aquí en el pesero. Taquito de sudadero. Cordero de Dios que quitas el pecado de mundo danos la paz, danos la palabra que, en el principio fue negro y luego verbo y luego pinche cerdo intentado arrimar el / arrimar el machismo al uniforme de una niña desparecida, vencida por la ya conocida: ¡Bueno días Ciudad de México!  Caderas de mango. Sudor impermeable que viene desde Pino Suárez haciendo alarde de su alta gama de productos irreparablemente necesarios para salvar al amor y al  pie de atleta / la aleta del ajolote /del lote baldío donde  se buscan las grapas y  se drogan los chemos / &  hemos echado a perder ya los volcanes con tanto tlatoani sin chiste, con tanto seno sano de quistes/  & Buenos días Ciudad de México, poesía selecta. Poesía electa para leerse en letras libres, por intelectuales sensibles al cambio climático y la condiciones atmosféricas esféricas/  antropométricas de un prieto que pone en aprieto la raza pura, la piel de leche Alpura de algunos cuantos que no son trompetistas de Blades/ & quien esté libre de pescado que tire la primera hueva, caviar / Madame Monsieur / respete las señalizaciones del tercer mundo / el submundo /el eufemismo de: cucaracha, rata, vagabundo / & abunda la miasma tropical en todas las calles / la propaganda electoral de calaveras que se hacen cargo de esta tierra  al sonoro rugir del camión & que retiemble en sus centro la perra, al sonoro rugir del baile de salón de  belleza africana / cubana /  tongolele y el  pachuco topillo tapas /héroes de los 50´s que hora son fantasmas/  & no te hagas la  muy chiquitibum a la bim bom ba  que que ya estuvo de tanto pinche desmadre / ya es tarde/  porque  al paso que  vamos terminaremos devorándonos como los sobrevivientes de los Andes por hambre por estos aires de grandeza/ por la espesa contingencia haciéndonos perros de presa / & Buenos días Ciudad de México/ cielos grises, segundos pisos, inacabados que dan directo al purgatorio oratorio de un poema que te hace frente sin escudo de armas / sin pedigrí / indio criollo / escudo de armas/ ahí están tus veinte años desperdiciados en chelas y soliloquios cargados de violencia de dos coches pelando carril en viaducto al son del: tú me la pelas / no tú me la pelas / pero no entiendo/ no tiendo a raspar mis camisas en el lavadero/ soy un niño consentido mirando todo desde la ventana y  ahí, me hundo sin un bolillo de cajeta para regalar / para amordazar la ternura de las flores de cempasúchil que ya no son sino una luciérnaga  en la ciénaga de este valle de lágrimas y  tanto asfalto de baches, grafitis  & de materia pluricelular.

Buenos días Ciudad de México. Jicaletas. Espiropapas, películas piratas y salsa valentina. Buenos días amanecer de ojos zarcos y narcos y soldados rojos. Buenos días diputados chapados a la antigua / tatuajes de cristos y coronas de espinas /Buenos días a la  burocrática labor del día / que cae como plomo sin temor a la rutina / porque este automóvil conduzco hoy es un reloj y la pluma limpiadora del parabrisas una manecilla / & el corazón ahora es una artesanía /  regateada por un turista / a mitad de precio / sin retribución rescatar.

Buenos días Ciudad de México.

Que la paz esté contigo y con todos tus hijos

Puedes ir en paz.

El amor es un animal en peligro de extinción

 

110184_5Escrito por Rasé

*

Sucede que me canso de ser hambre. Agujero negro en la boca del estómago, un pedazo de grito hecho carne (carnet de identidad y de pronto ceniza: calambre.)

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Sucede que me canso de ser hambre. Alambre. Hombre colgado de cabeza. Capullo; Cuyo único fin es envolverse en el periódico de la miseria. En la baba de la bacteria de un cuerpo en degeneración. Los senderos se bifurcan y la contradicción  no es un trámite, es un gato que mira su reflejo en el espejo. Es un dejo de instinto y pura ternura, espuma con sargazo en pleno verano, una cuerda tensada por la Moiras, un imán sin puerto de anclaje. Un oleaje azul: cielo abierto, ozono, negro,  asfixia, mundicia: visión de inmensidad.

*

Ahí la belleza natural está en su estado bruto y pasa por el hombre, para quedar cincelada en belleza artística. En especulación teórica empolvada en un estante con un millar de tomos de metafísica. Estáticos credos estéticos que se suceden velozmente con el paso del tiempo. Con  el pasto doblado por el soplo del viento. Así se van  sucediendo, como el giro de una llanta encima de una rueda. Así se van abriendo, como las ramas de un árbol, que también es la mordida abierta de un cachorro bostezando a la hora de su siesta.

(Pero, nunca es tarde para retomar  los mapas, las cartas y las botellas. Las estrellas que son atardeceres. Las huellas de los elefantes como colinas blancas.)

*

Sucede que me canso de ser hambre y me convierto en una manifestación de bengalas y macanas. Me canso de ser hambre y devoro. Desenfundo los cuernos ante el griterío de la plaza, y de pétalo me transmuto en toro, en ensangrentado coro –Olé-. Me convierto en excremento, en compuesto descompuesto licuado y luego ano. Me convierto en tiempo. En año nuevo y luego en huevo, en potencia. En la esencia de una nebulosa rosa en el espacio. En tu cabello lacio en mi remera.

En recuerdo.

*

Si me preguntas quien soy, seguro te digo que un florero roto. Un girasol nostálgico de tierra húmeda púbica y el trozo macizo que cuelga de mi entrepierna.  Si me preguntas porque no canto, te diré tormenta, para mojarte. Te diré relámpago, para electrificarte. Diré: Dios, hombre, Miguel Ángel Buonarotti y galápago. Para mostrarte que la imposibilidad, esa vacuidad con la que cabalgas a diario, no es una  isla, sino un piedrita en el zapato, con la que lidias a cierta edad.

He dicho. No soledad. Sino:

¡Dad luz de sol a  tus labios para alumbrar la ranura de la cueva!

¡Entregad al hombre herido de guerra, una vela!

Con una tonelada de cera de vera de verdad y de hueso, de seso: el contenido interior de la carne en nuestros cuerpos. De eso nace la palabra rota, que es el aullido de todos los hombres, de ahí,  del puño latente,  del centro del tiempo, del  corazón de la eternidad.

*

INTERMEDIO

[La realidad nos golpeo imaginariamente como si fuéramos los ingenuos espectadores de la primera proyección de los hermanos Lumiere]

 

*

Y la noche nos antecede.

Y tus piernas son una sandía.

Y la inocencia es un vaso roto en tus pupilas. Un pecero sin asientos disponibles.

Y las rimas echan a perder los versos. (Los poemas, los besos)

(Y el amor es una animal en peligro de extinción,

que de vez en cuando,

cuándo salgo comprar cigarros,

paso al zoológico a visitar.)